Neuromarketing para vender más

Dados que nuestros impulsos subconscientes son los que gobiernan nuestras decisiones finales, necesitamos entender de neuromarketing para vender. En el mundo del emprendimiento y los negocios hay un factor que determina el éxito que vamos a tener y éste son las ventas.

 

Supongamos que tu producto es el mejor y que estás convencido de que va a cambiar la vida de tu cliente, pero por lo que sea, tu cliente potencial no logra ver todo el valor de lo que le ofreces.

 

¿Por qué pasa esto? ¿Qué podemos hacer para que nuestro cliente valore lo que ofrecemos? Vamos a contestar a estas dos preguntas de una manera rápida y a darte una serie de consejos que te ayuden a comunicarte con el subconsciente de tu cliente de una manera más satisfactoria.

Entender neuromarketing para vender más

 

Pensamos que hablándole a la mente de nuestro cliente y explicándole todos los motivos por los que es buena idea contar con nuestra solución estaremos consiguiendo ventas, pero esto no sucede así.

 

El ser humano tiene tres partes diferenciadas en su cerebro, cada una fruto de una etapa de nuestra evolución como especie. Nuestros tres cerebros son el reptiliano, el límbico y el neocortex.

 

Cuando intentamos convencer a alguien de que nos compre explicando todos los motivos por los que nuestro producto o servicio es el mejor, lo que estamos haciendo es hablándole únicamente a su neocortex. Sin embargo, las últimas investigaciones en neurobiología han descubierto que quien realmente toma las decisiones es el cerebro reptiliano y a este no se le puede convencer con la lógica. El neuromarketing estudia estas interacciones.

 

Decisiones que no son lógicas

 

Día a día vemos decisiones de compra que no consideramos lógicas pero que no nos hacen pararnos a reflexionar por qué ocurren. Un ejemplo es sentirnos atraídos por restaurantes de comida rápida que sabemos a nivel racional que no son sanos, pero aún así deseamos consumir sus productos.

 

También pasa con la necesidad que tenemos muchas veces de acumular cosas que realmente no necesitamos pero que nos da gusto comprar (como puede ser ropa que luego solo nos ponemos en una ocasión) o dispositivos nos parecen mejor opción que otro solo por la marca.

 

El cerebro reptil es el que determina nuestras decisiones y este cerebro solo entiende de un par de temas muy básicos como la rebeldía, la libertad, la autonomía, el control, el poder, la reproducción, la satisfacción, la pertenencia y unos pocos más.

Estos códigos tan básicos son los que hacen que una persona compre un producto y no otro, con lo cual debemos comunicarnos para resolver las necesidades de dicho cerebro y una vez lo hagamos, conseguiremos que su cerebro racional busque motivos por sí mismo para justificar esa compra.

 

Consejos de neuromarketing para hablarle al cerebro reptiliano

 

Ofrece un mensaje claro y sencillo

Hablar con palabras complicadas como “eficiencia”, “productividad” o “potencia” hacen que el cerebro reptiliano no oiga nada, pero si le dices que tendrá más libertad por el tiempo que se ahorra o que acabará antes su trabajo porque va más rápido, al cerebro reptiliano le encantará.

 

Usa su mismo lenguaje

Si usas sus mismos gestos, su mismo vocabulario e incluso su misma sonrisa hará que en tu discurso de ventas logres establecerte como si de un familiar se tratara.

 

Provoca emociones en lugar de pensamientos

Explícale cómo se va a sentir al comprar tu producto y cuenta historias con las que se pueda sentir identificado. Así, lograrás convencer al reptil de que eres la mejor opción.

 

Usa el buen humor y una buena sonrisa

Se resume al consejo de caerle bien de toda la vida. Este consejo aunque parezca antiguo es de los más útiles que podemos darte. Si haces que una persona esté a gusto contigo es más fácil que consigas venderle algo.

 

Usa un lenguaje visual potente

El lenguaje reptiliano no entiende de letras pero sí de colores, formas y en definitiva cualquier medio visual, por eso es tan importante en tu web o empresa usar colores llamativos que sugieran al inconsciente lo que realmente quieres que asocie contigo.